“Un humedal que Inspira un Bofedal que respira”

CONDOR ANDINO
El cóndor andino, majestuoso y mítico, es el espíritu de los cielos altos. Con una envergadura que puede superar los tres metros, esta ave emblemática parece danzar con el viento mientras planea sobre los paisajes montañosos. Reverenciado por las culturas andinas como símbolo de poder y conexión con lo divino, el cóndor es un recordatorio viviente de la grandeza de los Andes y de la interdependencia de todas las formas de vida.
EL CÓNDOR ANDINO: GUARDIÁN DE LAS ALTURAS
El cóndor habita las zonas montañosas y abiertas del altiplano andino, donde los acantilados le ofrecen refugio para descansar y anidar.
Su supervivencia depende de una red de ecosistemas interconectados —bofedales, salares y lagunas saladas— sostenida por el agua, recurso vital que mantiene la vida de los animales de los que se alimenta.
PRINCIPALES AMENAZAS
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EL AGUA: EL TESORO INVISIBLE
DE LOS ANDES
El agua es el elemento vital de los bofedales. Funcionan como esponjas capturando agua durante la temporada de lluvias y liberándola gradualmente en épocas secas lo que permite mantener en equilibrio ríos y lagunas o zonas de pastoreo, y asegura el suministro para comunidades y otros ecosistemas.