Experto dice que indígenas son víctimas de la violencia psicológica del Gobierno (Erbol, 2.7.2012)
“Es una retraumatización”, afirma
La Coordinadora General y Responsable de Formación del Instituto de Terapia e Investigación sobre las Secuelas de la Tortura y Violencia Estatal (ITEI), Emma Bolshia, explicó que los indígenas que participaron de la IX marcha, y ahora están instalados en una vigilia en defensa del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS), son víctimas de “violencia psicológica de Estado”.
De acuerdo con la especialista, los trastornos de los que sufren los originarios son más severos en niños y niñas, quienes al estar expuestos a situaciones de tensión como la presencia de policías, el carro Neptuno, perros adiestrados e incluso gases lacrimógenos sufren traumas que los acompañan de por vida.
“Siempre les vuelve el recuerdo, aunque los niños no quieran, y este recuerdo les acompaña durante mucho tiempo (…) Los niños tienen comportamientos repetitivos, temor a la policía y llegan al grado de tornarse violentos o aislarse”, aseguró.
El diagnóstico realizado por esa institución indica que los menores sufren pesadillas, depresiones, comportamientos repetitivos, miedos y hasta emisiones nocturnas, efectos que están ligados a un trauma severo ocasionado por una situación de alta violencia como la represión policial que vivieron los indígenas en Chaparina en septiembre de 2011.
Respecto a los adultos, Bolshia explicó que muchos de los originarios que llegaron a La Paz se sienten discriminados y sufrieron “tortura biológica”, debido al roció de gases ante el intento de ingresar a la plaza Murillo el pasado miércoles. Asimismo, la evaluación alerta sobre un posible “desorden de comportamiento” por el estrés al que están expuestos.
“Es una retraumatización, es hacerles revivir lo que han vivido de alguna manera en Chaparina (…) Esa lanzada de gases directamente a la cara es bastante agresivo. Eso nosotros lo denominamos como tortura biológica que pone en riesgo la integridad no solo física sino la estabilidad emocional”, detalló.
Finalmente, el ITEI indica que las consecuencias más severas entre los indígenas serán la autoestima baja, percepción corpórea afectada, ansiedad, lagunas de memoria, desconfianza y depresiones.
La Paz, 2 julio 2012 – J.A.P./