La situación actual de las represas en la cuenca del Madera plantea graves impactos ambientales. Según el Prof. Dr. Artur de Souza Moret, la construcción de represas en la región no responde a una necesidad real de generación de electricidad, dado el bajo consumo en áreas como Porto Velho y Bolivia. En cambio, se sugiere que el objetivo principal es el lucro asociado a la construcción.
A pesar de que la represa de San Antonio ya opera en fase de prueba, los estudios realizados fueron incompletos, omitiendo análisis críticos en toda la cuenca. Esto resalta la falta de una evaluación integral de los efectos en el ecosistema.