El examen de la situación de los recursos naturales y la economía nacional en 2012 revela un aumento del extractivismo, con más del 90% de las exportaciones compuestas por materias primas hidrocarburíferas, mineras y agroindustriales.
La minería sigue dominada por el sector privado, como en épocas pasadas, con fracasos en la industrialización evidentes en contratos fallidos con empresas extranjeras. La conflictividad en el sector minero aumenta, y la crisis energética se agrava debido a la dependencia de importaciones. A nivel ambiental, la deforestación y la gestión del agua son problemáticas serias, mientras que la precarización laboral se extiende.
El análisis sugiere que el país avanza hacia un modelo de producción dependiente de materias primas, sin cambios significativos entre los diferentes gobiernos.