Los planes de rescate del sistema financiero se están implementando globalmente, con iniciativas en Estados Unidos, la Unión Europea, México, Brasil, China, India, Japón, Francia y Alemania. Algunos países han lanzado múltiples planes.
El G20 se creó como un intento de incluir más voces en la toma de decisiones económicas, contrastando con el G7, que representa a los países más ricos y a menudo excluye a otros 192 miembros de la ONU.
Mientras tanto, la FAO ha solicitado urgentemente 30.000 millones de dólares para abordar el hambre que afecta a mil millones de personas en el Tercer Mundo. Sin embargo, los planes de rescate financiero ascienden a aproximadamente 8 billones de dólares, destinados a rescatar un sistema financiero especulativo en crisis, beneficiando a los mismos especuladores responsables de la situación.