Las obras hidráulicas, como las represas del Complejo Río Madera (CRM), pueden tener consecuencias negativas en la salud pública, especialmente en el aumento de enfermedades como la malaria. Estas infraestructuras crean condiciones favorables para la proliferación de vectores en áreas tropicales, una situación agravada por el incremento de la población y su movilidad.
Como parte de la Evaluación de Impacto Ambiental (EIA) del CRM, se realizaron estudios de salud pública para anticipar los efectos sobre la población. Sin embargo, estos estudios presentaron serias deficiencias, lo que plantea preocupaciones sobre la conveniencia de las obras.