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“Si hay una tragedia, la economía gastará el ahorro”, Editorial Petropress 31, 6.13

Petropress, julio 2013

Hace medio año habíamos advertido sobre la caída de los precios de los minerales ante la falta total de políticas de gobierno. Ahora se suma a esta caída la del gas. La baja general de los precios de las materias primas ya es tema común en el mundo. Pero en Bolivia recién hace unas semanas el Gobierno pareció darse por enterado. Según Página Siete (24/06/2013), el Viceministro de Presupuesto Durán declaró que “Si hay una tragedia, la economía gastará el ahorro”, es decir las reservas internacionales netas que son (en millones de dólares) de 14.000, pero además sumó los ahorros del público, 12.000 y unos 3.000 que no se gastan en el país; total $us 30.000.

“Si por ejemplo China deja de crecer y el precio del estaño cae hasta los dos dólares y el del petróleo hasta 20 dólares, el país podrá resistir…” dijo Durán mostrando cómo concibe la posible tragedia.

Es fácil comprender que semejante caída del estaño significaría la quiebra de Huanuni, Colquiri y Vinto. Sólo por Huanuni el Estado dejaría de percibir $us 90 millones al año. No sólo eso, sino que tendrá que subvencionar las empresas si las mantiene, o pagar los costos de su cierre, lo que incluye la represión de los trabajadores descontentos. Pero no sólo cae el estaño, sino también los otros minerales. Las reservas de oro que valían $us 2.295,20 millones a diciembre 2012 perdieron el 24% de su valor, ($us 555,4 millones) y ahora valen sólo $us 1.739,76 millones.

Con la caída de los minerales caen las regalías e impuestos y por tanto se reducen los ingresos del Estado. Pero ahora se reducirán aún más porque el sector cooperativista ya es el productor más grande pero es el más chico para pagar impuestos.

La caída del petróleo implica la del precio del gas que en el contrato con Brasil está indexado al petróleo. Además tenemos que pagar unos $us 350 millones año por la deuda externa y más de $us 8000 millones por importaciones. En cuanto a los depósitos de los ahorristas, que se los mencione nos recuerda al Gobierno de la UDP y la desdolarización que fue una forma de confiscar esos ahorros; y habrá que ver cómo hace el Gobierno para que los niveles descentralizados le dejen echar mano de los $us 3.000 millones que dice que no gastamos. La disminución de las reservas afectará el valor de la moneda boliviana.

En cuanto a China, nos compra sólo el 9% de los minerales. Nuestro principal comprador es EE.UU. con 15,61%; y con Japón, Corea del Sur y Bélgica representan más del 53%; estos países están en una grave situación económica.

Según Durán, el ingreso total del Estado es de Bs 49.000 millones. De ellos, el 25% viene del IDH. “El restante 75% sostiene al país. El Tesoro General del Estado vive actualmente de la recaudación de los impuestos internos”.

En síntesis, vivir de los ahorros es no tener ningún plan; es que la economía está en manos de quienes se llevan los minerales, la madera, la fertilidad de la tierra, etc., y el Gobierno se limita a incentivar esos sectores. Antes habríamos dicho que era a cambio de una regalía pero ahora vemos que el Tesoro General de la Nación se nutre de los impuestos internos, que son mayores que los ingresos por regalías.

Esta situación está llevando a un cambio estructural en la minería, con el sector estatal amenazado no solo por los precios sino por el propio Gobierno, como se vio en el último paro de la COB, y por la reducción drástica de las contribuciones al Estado.

La política agraria se ha orientado a beneficiar a las grandes transancionales del agronegocio que operan por medio de los grandes productores extranjeros y terratenientes, legalizando la deforestación en 5 millones de hectáreas y abriendo las puertas a que la deforestación continúe.

En los hidrocarburos se decidió ampliar las áreas otorgadas a las transnacionales derribando las áreas protegidas y los territorios indígenas. Lo habíamos anunciando hace tiempo, y ya recientemente, salió la orden de captura de varios dirigentes indígenas.