El Estado Plurinacional de Bolivia no solo se aleja de la reducción de la actividad extractivista, sino que se compromete a intensificar la extracción de recursos naturales en colaboración con las transnacionales, buscando aumentar las exportaciones. En la región, la resistencia popular contra proyectos extractivos ha aumentado significativamente, independientemente de las inclinaciones políticas de los gobiernos.
Ejemplos incluyen las protestas en Perú contra el proyecto Yanacocha, la oposición a Pacific Rim en El Salvador, la defensa indígena en Guatemala frente a Tahoe Resources, y la movilización en Argentina contra la minería a cielo abierto y la expansión petrolera en territorios indígenas. Estos casos reflejan un patrón de conflicto creciente en América Latina vinculado al modelo de desarrollo extractivista.