El suelo urbano está en manos del “mercado”, lo que equivale a decir, de la especulación inmoviliaria, formal e informal y por supuesto, el mercado más grande son los pobres cuya única alternativa de acceso a vivienda urbana es el bajo costo de los terrenos llamados ilegales.
De la regularización a la consolidación del latifundio urbano (Petropress 31, 8.13)
