El genocidio en Gaza ha horrorizado al mundo, pero la devastadora crisis laboral que afecta a millones de trabajadores pasa desapercibida en los grandes medios de comunicación.
A menudo, se reportan despidos masivos sin dar visibilidad a la tragedia que viven las familias afectadas. Aunque se mencionan cifras impactantes, como los 70,000 despidos en un solo día en EEUU, la falta de estadísticas globales impide comprender la magnitud del problema.
Mientras las bajas estadounidenses en conflictos bélicos son minuciosamente contabilizadas, las pérdidas de los trabajadores del Sur son ignoradas. Este contraste resalta la desigualdad en la cobertura mediática y la indiferencia hacia el sufrimiento de quienes son despedidos o sometidos a condiciones laborales precarias.
El sistema neoliberal sigue premiando a las corporaciones financieras a expensas de los trabajadores, lo que perpetúa un ciclo de precariedad y desempleo. Es esencial que la opinión pública reconozca y visibilice esta crisis laboral, que es tan devastadora como cualquier conflicto armado.