Las fronteras extractivas agropecuarias y forestales y, por supuesto, de los sectores de minería e hidrocarburos, van en constante crecimeinto y el común denominador de esta situación radica en la privatización de la tierra y el territorio. El proceso resulta tan agresivo que se ha tornado en un foco de conflictos, pues implica que eco-regiones frágiles como la amazonía, áreas protegidas, territoiros indígenas y bosques, entre otros, se hallen seriamente amenazados.