Durante la Edad Media, la alquimia se centró en la búsqueda de la piedra filosofal, capaz de transformar minerales en oro. En la actualidad, el litio ha cobrado protagonismo en la prensa, siendo presentado como la solución a los problemas globales, similar a esa antigua búsqueda.
Desde la segunda mitad del año pasado, se ha fomentado la idea de que las transnacionales podrían ser «socias» en la extracción de litio en Bolivia, aunque este enfoque ignora las múltiples aplicaciones del mineral, limitándose a su uso en baterías para coches eléctricos. La propaganda que presenta al litio como una alternativa limpia y ecológica al petróleo no resiste un análisis científico riguroso.