El 1 de mayo de 2008 se convirtió en un día histórico para Bolivia, marcado por la fiesta obrera que se extendió por todo el país.
El presidente Evo Morales anunció los Decretos Supremos que permiten al Estado recuperar el 50% más uno de las acciones de las petroleras Chaco y Transredes, debido al fracaso de las negociaciones con estas empresas y con la privatizada CLHB, que ahora será completamente estatal. Además, se alcanzó un acuerdo con Repsol para que la parte boliviana obtuviera la mayoría de acciones en su filial Andina.
Este conjunto de medidas formaliza la recuperación de los activos privatizados en el sector hidrocarburos por Gonzalo Sánchez de Lozada. Asimismo, otro decreto traspasa el 50% de las acciones de Entel al Estado, marcando el inicio de la recuperación de empresas estatales estratégicas privatizadas durante su mandato.
