La minería ya no es solo una amenaza externa. Ahora divide, enfrenta y transforma a las mismas comunidades.
Por varios años, territorios indígenas y campesinos de la región han resistido a las actividades extractivas en sus comunidades, sin embargo, el extractivismo dejó de ser una imposición externa para convertirse en un factor de conflicto interno.
Las promesas de rentabilidad inmediata a cambiado las tradiciones, saberes y relaciones ancestrales con la tierra. A menudo estas prácticas de explotación, exploración y depredación van acompañadas de pérdida de autonomía, alteración de los vínculos comunitarios y deterioro del entorno natural.
Ante este nuevo panorama, las organizaciones de la sociedad civil enfrentan desafíos complejos en la defensa y apoyo de las comunidades ante estos hechos: ¿Por qué se dan estas decisiones? y ¿Cuáles son los desafíos de las organizaciones de la sociedad civil que acompañan a las #comunidades en su denuncia de estas actividades?
Eduardo Gudynas reflexiona sobre estos dilemas.