El proceso de nacionalización es muy caro para todos los bolivianos, pues es la síntesis de una serie de luchas y movilización social en pos de aprovechar nuestros recursos naturales para mejorar nuestra calidad de vida, también es una síntesis de las esperanzas e ilusiones sobre el tipo de país que queremos construir; por todo ello es totalmente inadmisible que no se informe verazmente sobre la nacionalización y el curso que está tomando la recientemente re-fundada YPFB. Al parecer los personeros de YPFB no han comprendido esto y se han dado a la tarea de tergiversar la información, aquí presentamos algunos ejemplos.
Es completamente evidente que el proceso de nacionalización y YPFB, los últimos cuatro años, recibieron y reciben una andanada de críticas, muchas de ellas sañudas, malintencionadas y sin fundamento. Y no es que no haya motivos para criticar, de hecho los hay de sobra, pero una rápida revisión de las publicaciones de prensa, de
los noticiosos radiales y televisivos confirmaría que todos los días a partir del 1º de mayo de 2006, siempre ha habido una noticia, un artículo de opinión, un reportaje,
haciendo referencia a la, según ellos, estructural ineficiencia estatal, a la “huida” de la sacrosanta inversión extranjera, a la corrupción congénita, etc., todo con la intención de denigrar y mellar la recuperación de los hidrocarburos y la imagen de la empresa estatal.