Organizaciones y movimientos de derechos humanos de 14 países de América Latina, junto a entidades internacionales como Front Line Defenders, Global Witness, Amnistía Internacional y Civil Rights Defenders, alertan sobre el grave aumento de la violencia contra personas y comunidades defensoras de derechos humanos y del medio ambiente en la región.
Según los informes recientes de Front Line Defenders y la CIDH, América Latina sigue siendo la zona más peligrosa del mundo para defender derechos, con 257 asesinatos y desapariciones en 2024, el 79% vinculados a la defensa ambiental.
Las y los defensores enfrentan criminalización, impunidad, espionaje, violencia de género y desapariciones forzadas, en un contexto de debilitamiento del Estado de derecho, militarización y leyes regresivas que restringen la participación ciudadana y la cooperación internacional.
Las organizaciones exigen a los Estados cumplir sus compromisos internacionales, proteger la labor de quienes defienden derechos —incluido el cumplimiento del Acuerdo de Escazú— y detener el retroceso democrático en la región.
